Tuesday, July 31, 2012


Sembrando cultura y dinero virtual

El presente artículo va referido a los 200 millones que la Junta de Andalucía dice que “invertirá” en un Plan de Empleo que tendrá, como principales objetivos, la reforestación y regeneración ambiental, la mejora de instalaciones educativas y la rehabilitación de la vivienda. El “plan de choque” irá destinado a parados de larga duración, sin prestaciones ni subsidio y, preferentemente, con cargas familiares.

Hasta aquí, bien, teniendo en cuenta la situación crítica en la que se encuentran muchas familias y las dificultades por conseguir un empleo que, al menos, les garantice la subsistencia.

Mi crítica y desazón, desde hace más de 20 años, proviene de la constatación de que en este país siempre vamos a golpe de “planes de choque”, “planes E”, etc., etc., como bomberos sin control apagando fuegos que sólo se apagarán por la inexistencia de materia combustible.

Paralelamente, en mi trabajo en la Consejería de Empleo, he visto repetidamente cómo jóvenes y no tan jóvenes, con buenas ideas, con preocupación por formarse cada vez más, con Masters, con proyectos emprendedores de calidad y habiéndose esforzado durante muchos años de su vida, sólo se les ofrece la oportunidad de irse al extranjero o de prepararse unas oposiciones que jamás van a ser convocadas.

Mi apuesta es por el cambio de “chip”, dando una vuelta radical al planteamiento: ¿no sería mejor apoyar a estas personas que malgastar un dinero en apagar fuegos que sólo servirá como “pan para hoy y hambre para mañana”?.

Está demostrado: ayudando a la creación de tejido empresarial ayudamos a la creación de empleo. Con un mayor tejido empresarial, ayudamos a la creación de sinergias para que se nos vaya de una vez de la cabeza esa imagen nefasta del empresario-especulador. Hay que apoyar las nuevas empresas, las comprometidas socialmente, comprometidas con el medio natural, con la conciliación ocio-trabajo, en definitiva, con la eficiencia de obtener los máximos beneficios (económicos y sociales) con los recursos estrictamente necesarios.

Yo no sé si estos políticos que están en el gobierno, o no saben, o no entienden, o no escuchan, o simplemente están preocupados de mantener su sueldo a toda costa. Pero, si la labor de un político es gestionar correctamente los impuestos de los ciudadanos, deberían prestar más atención a las personas, que saben y conocen, y actuar en consecuencia.

Cuando una empresa sale adelante, cuando se contratan técnicos de alto nivel profesional, cuando se trabaja con objetivos concretos de eficacia y eficiencia, todo eso arrastra la creación de puestos de trabajo de todos los niveles. “Regalar” un dinero para enterrarlo sin opción a recuperarlo, genera, a corto plazo, más pobreza.

Me acuerdo de una sesión sobre oportunidades laborales a la que asistí como invitado en un barrio semi marginal de Córdoba. Con una inteligencia natural perfectamente digna y loable, me decía una señora de entre el público asistente: “si por ser pobres nos dan ayuda, pues ¡sigamos siendo pobres!”. Gran alegato de la pobreza de espíritu, pero tan real como la vida misma.

Finalmente, me gustaría resaltar la bola de nieve en que se ha convertido la Administración pública en nuestro país. Cuando se genera empresa, se genera empleo neto pero, para ello, hay que facilitar la creación de nuevas empresas. No podemos tomar eso como excusa para generar más puestos de trabajo improductivos.

Un ejemplo: si, por simple curiosidad, al azar, alguien quiere observar la estructura orgánica de la Consejería de Economía y Empresa de la Generalitat de Catalunya (antiguamente una región altamente emprendedora, con no más de 20000 funcionarios a sueldo, ahora tiene más de 300.000), verá que, por ejemplo, existe la Dirección General de Comercio, la Dirección General de Industria y la Dirección General de Turismo...y digo yo, almas cándidas, ¿no daría lo mismo que sólo hubiera un Director General de Industria, Comercio y Turismo?.

Con eso hemos conseguido que un ciudadano que quiera abrir un restaurante (por ejemplo) necesite tratar con tres Direcciones Generales diferentes, 9 Áreas o Departamentos distintos y ya no sé cuantas Secciones o Negociados, cuando podría, perfectamente, dirigirse a la tan cacareada “Ventanilla única”, solamente existente como leyenda urbana.

Es decir, el restaurante lo monto en Andorra, Francia o Gibraltar.
Saludos